Si trabajas en una planta de producción donde se envasan cremas, salsas espesas, adhesivos o geles, seguramente has enfrentado alguno de estos problemas: dosificaciones irregulares, envases manchados por goteos o una línea que avanza más lento de lo que debería.
Estos inconvenientes no son casuales. Normalmente aparecen cuando el equipo de envasado no está preparado para trabajar con productos de alta viscosidad. Y las consecuencias van más allá de lo estético: hablamos de desperdicio de material, pérdida de tiempo y mayor desgaste de la maquinaria.
En este artículo repasamos los errores más habituales que encontramos en empresas de diferentes sectores , cosmética, alimentación, química industrial, y explicamos qué soluciones técnicas existen para cada uno.
A diferencia de líquidos como el agua o el alcohol, los productos con viscosidad alta (por encima de 1.000 cP) presentan comportamientos muy distintos durante el llenado. No fluyen igual, tienden a dejar residuos en las válvulas y exigen más fuerza para moverse por las tuberías.
Esto significa que una envasadora diseñada para líquidos ligeros simplemente no va a funcionar bien con una crema corporal o una salsa barbacoa. Puede que funcione, pero de forma ineficiente.
Este tipo de dificultades aparecen especialmente en:
Uno de los fallos más comunes es intentar impulsar un producto denso con una bomba centrífuga estándar. Este tipo de bombas funcionan perfectamente con líquidos de baja densidad, pero pierden eficiencia rápidamente cuando la viscosidad supera los 500 cP.
El resultado es predecible: el producto no fluye de manera constante, hay parones en la línea y la bomba sufre un desgaste prematuro.
Para productos viscosos, lo recomendable es recurrir a bombas de desplazamiento positivo. Las más utilizadas son:
Estas bombas mantienen una presión constante independientemente de la densidad del producto, lo que se traduce en un llenado más regular y menos problemas mecánicos.
Cuando una válvula no está diseñada para productos viscosos, el problema más evidente es el goteo. El producto no se corta limpiamente al finalizar el llenado y acaba manchando el envase o cayendo fuera de él.
Además del desperdicio de material (que puede rondar entre el 2% y el 5% del total), esto obliga a limpiar los envases manualmente o a ajustar constantemente el peso neto del producto.
Las válvulas específicas para viscosos incorporan sistemas de corte mecánico o neumático que garantizan un cierre limpio. Esto mejora notablemente la precisión de la dosificación (con márgenes de error inferiores al 0,5%) y reduce el tiempo de limpieza entre ciclos.
Aunque pueda parecer un detalle menor, el diámetro de las tuberías juega un papel fundamental cuando trabajas con productos densos. Si la tubería es demasiado estrecha, aumenta la resistencia al flujo y la bomba tiene que hacer mucho más esfuerzo para mover el producto.
Esto no solo ralentiza el proceso, sino que también acorta la vida útil de los componentes.
Muchos productos viscosos cambian radicalmente su comportamiento según la temperatura. Una crema que a 25 °C fluye bien puede volverse casi imposible de dosificar si la temperatura baja a 15 °C. Lo mismo ocurre con jarabes, ceras o grasas industriales.
Si no se controla este factor, la dosificación será irregular y los resultados inconsistentes de un lote a otro.
Dependiendo del producto, puede ser necesario incorporar:
En algunos casos, simplemente mantener el producto en una sala climatizada ya resuelve el problema. Pero cuando la viscosidad es muy dependiente de la temperatura, conviene integrar el control térmico directamente en la línea de envasado.
Este es probablemente el error más costoso a medio plazo. Usar una envasadora estándar para productos viscosos puede parecer una solución económica al principio, pero acaba generando más gastos: ciclos de llenado más largos, mayor mantenimiento, más desperdicio de producto y menor precisión.
Una máquina diseñada específicamente para este tipo de productos suele incluir:
Además, este tipo de equipos están dimensionados para soportar las exigencias mecánicas que implica trabajar con productos densos, por lo que su vida útil es considerablemente mayor.
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